El logopeda es un profesional cualificado para realizar sus funciones en tres ámbitos laborales; sanitario, educativo y social, realizando un servicio de carácter ambulatorio y /o domiciliario, favoreciendo la intervención con el entorno y fomentando una intervención dirigida hacia la generalización de los aprendizajes en el día a día.
El papel de logopeda está presente en todas las etapas de la vida donde existan alteraciones en los aspectos nombrados anteriormente. Abarca poblaciones desde la atención temprana en población infantil hasta la tercera edad, pasando por la adolescencia y la edad adulta.
Interviene en alteraciones que se produzcan en el área del lenguaje (oral y/o escrito) y la comunicación (verbal y/o no verbal), en la habla, la audición, la voz y la alimentación en alteraciones como la deglución atípica o disfuncional o la disfagia, en caso de daño neurológico.